El “negocio” de la guerra
Por: Andrés Felipe Mesa Echeverri
“No odies a tus opresores. Ellos necesitan ser liberados al igual que tu”. Mahatma Gandhi
Sin duda la guerra es un negocio que interesa y lucra a unos pocos especialmente a las potencias cuyo sistema monetario hace esclavos del dinero, del materialismo y del consumismo al mundo entero. Las potencias que producen el armamento y lo comercian por el “libre mercado” o el “mercado sucio” son Estados Unidos (un imperio capitalista; por si acaso no prefiero el capitalismo ni el comunismo porque ambos son aberrantes), China (un imperio económico que exporta a casi todo el mundo productos a muy bajo costo y de mala calidad), Rusia (un imperio que aún lleva el lastre del comunismo totalitario, dictatorial y ateo; tampoco estoy contra los ateos porque hasta el papa Francisco reconoce que han sido en la historia a veces mejores personas que los creyentes de cualquier religión) e Israel (un pequeño Estado y pueblo sionista que aunque ha sufrido mucho en la historia hoy en día comete los mismos errores que sus victimarios; no todos los judío son así).
En palabras del dos veces ganador de la Medalla de Honor del Congreso de Estados Unidos, General Mayor Smedley D. Butler: "La guerra es un fraude. Siempre lo ha sido. Posiblemente el más viejo, probablemente el más rentable, seguramente el más atroz. Es el único de alcance internacional. Es el único en el cual las ganancias se calculan en dólares y las pérdidas en vidas. Un fraude se describe mejor, creo yo, como algo que no es lo que aparenta para la mayoría de las personas. Sólo un pequeño grupo "interno" sabe de lo que se trata. Es realizado para beneficio de muy pocos, a expensas de la mayoría. Por la guerra unos cuantos amasan grandes fortunas...
Pero la guerra y la violencia no es algo innato (de nacimiento) del ser humano, es algo creado por la sociedad, por el sistema monetario, por la escasez o sea por condiciones ambientales que se pueden superar con la ética, la ciencia y la tecnología actuales, pero sin pretender uniformar a los humanos como piensan algunos movimientos o teorías políticas o sociales.
Al mismo tiempo, la guerra es la máxima forma de estímulo económico y esto hace de la muerte y la destrucción una cosa positiva para aquellos que están en posiciones comerciales y/o políticas de beneficio por la misma. De hecho, la guerra es buscada por la industria, sin considerar su inhumanidad. Dada esta realidad, la guerra probablemente nunca desaparecerá en tanto el sistema de lucro tenga lugar, mientras que el mismo comportamiento humano siempre tendrá una propensión al abuso, dada la necesidad de obtener ventaja sobre los otros para sobrevivir.
Por otro lado, los gobiernos son manejados por hombres de negocios (o por negocios solamente porque ya no pueden llamarlos hombres pues nos insultaría a todos los demás), por abogados (aunque en mi familia hay varios abogados pienso que es un oficio para pelear más por dinero que por justicia que sería lo ideal) y militares (que venden su conciencia no tanto a defender los países y a los ciudadanos sino a una lucha fratricida manipulada por los hilos de los negocios y de las xenofobias –el odio a lo diferente-).
Si los líderes de un país quieren que la población apoye sus guerras, erigen estatuas de "grandes héroes de guerra" en los parques y tienen a los medios exaltando la 'nobleza' de los militares. También citan a "Dios" con mucha frecuencia y aluden a sus guerras como si fueran una forma de batalla contra "el mal". Esta manipulación mantiene a un público ignorante de 'su lado' con una estrecha visión mundial. En palabras de Albert Einstein: "El patriotismo es una enfermedad."
Hemos llegado a un punto de reflexión sobre cómo vivimos y cómo protegemos nuestras vidas y nuestro hogar (la Tierra) que aunque se han descubierto otros planetas con algunas características similares no reúnen completamente las características para que sean habitables. Y si están habitados no serán ellos los hostiles seguramente porque serán solo microorganismos o serán seres con una tecnología y una manera de ser y de vivir mucho más avanzada más adaptada y con una capacidad mayor de compartir y convivir más grande pues sino es de esta manera no podrían haber superado la adolescencia tecnológica y se hubieran autodestruido, como puede ser en nuestro caso sino nos deshacemos de las armas de destrucción masiva y de muchos prejuicios y de ideas draconianas (anticuadas) como que “sobrevive el más fuerte”.
Darwin afirmaba que sobrevive “el mejor adaptado” y el que sepa convivir y compartir como en el caso de las hormigas y las abejas que han estado millones de años más que nosotros en nuestro planeta y que sin su existencia se generaría un caos global porque polinizan más del 80 por ciento de los alimentos que consumimos y degradan los cadáveres y la materia orgánica para que el mundo no se convierta en un cementerio o en un basurero.
Continuando con la idea de que impera un odio a lo diferente es completamente incoherente con lo que predican todas las religiones principales del mundo y con lo que aprendemos la mayoría de personas en Occidente y en Colombia.
"Haz a otros lo que quieres que ellos te hagan a ti." Cristianismo.
"Poniéndose uno mismo en el lugar de otro, uno no debería matar ni provocar que otro mate." Budismo.
"Nunca impongas a otros lo que no elegirías para ti mismo." Confusionismo.
"Uno nunca debería hacer a otros aquello que uno considera injurioso para uno mismo." Hinduismo.
"No lastimes a nadie para que nadie pueda lastimarte." Islam.
"El extraño que reside contigo debe ser para ti como uno de tus ciudadanos; debes amarlo como a ti mismo..." Judaísmo.
"Considera la ganancia de tu vecino como tu propia ganancia, y la pérdida de tu vecino como tu propia pérdida." Taoísmo.
En las palabras del astrobiólogo y divulgador científico Carl Sagan: "Las viejas peticiones, desde chovinismos raciales, sexuales y religiosos, al rabioso fervor nacionalista, están empezando a dejar de funcionar. Una nueva conciencia se está desarrollando, que ve a la Tierra como un mismo organismo, y reconoce que un organismo en guerra consigo mismo está condenado. Somos un mismo planeta".
También es bueno saber que según Naciones Unidas (que es una organización que trabaja por la paz mundial) los gastos militares mundiales son 12 veces más altos que la ayuda para el desarrollo de los países pobres o emergentes. Y que con menos dinero del que se usa para financiar la guerra de Irak y Afganistán se podría poner paneles solares (para generar energía) en cada hogar de Estados Unidos, imaginemos lo que se puede hacer en Colombia con el presupuesto que gastan para la guerra el gobierno, las empresas privadas, los paramilitares, la guerrilla y las bandas criminales.
Además para nadie es un secreto que en Colombia el combustible de la guerra es el narcotráfico y la minería ilegal.
Por todo esto insisto que solo es posible una seguridad democrática como la que predica Uribe (que aún goza de la favorabilidad del 55 por ciento de los colombianos) cuando no haya hambre, cuando la educación, el trabajo y la salud no sean un privilegio sino que sea posible para todos y cuando comprendamos que similar a como dijo Jesús de Nazaret: “cuidemos los unos de los otros”.
El sofisma (la palabrería) de la in-seguridad democrática
La única manera de entender una seguridad democrática es cuando los ciudadanos de un país se cuidan a sí mismos y a los demás sin necesidad de tener unas fuerzas armadas con muchos miembros y armas.
Por si acaso, no soy Petrista, ni Santista ni Uribista sino humanista y naturalista.
Muchos países dedican gran parte de su población, dinero y esfuerzos para lograr “paz” por medio de guerra, armas, etc., entre ellos, Israel, Estados Unidos, y Colombia.
La carrera armamentista es injusta porque se dedican los dineros públicos para la guerra y los armamentos pero no para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, para ofrecer mejores condiciones de trabajo, estudio, salud, etc.
Los seres humanos que no ven garantizados sus derechos humanos y fundamentales para acceder a trabajo y educación de alguna manera buscarán lograr hacer reconocer sus derechos, algunos de buenas maneras con marchas, paros, entre otras formas, pero otros individuos reclaman atender sus necesidades básicas de maneras violentas o delictivas (por ejemplo los grupos ilegales como los paramilitares y las guerrillas).
No es viable una política de seguridad democrática sin oportunidades de empleo, salud y educación dignas para los seres humanos. Como decía Karol Woijtyla no hay paz sin justicia social. Y Pancho Villa afirmaba "Sin justicia no puede haber paz".
El discurso de la seguridad democrática es un sofisma porque la violencia genera más violencia sobre todo cuando los derechos humanos no son garantizados por el Estado y por las empresas privadas. La paz se construye con elementos de trabajo, de estudio, con discursos, ayuda humanitaria, etc., no con armas ni con guerras.
El costo de aviones de guerra y algunos tipos de armas es más costoso que brindar a los ciudadanos lo necesario para que ellos puedan conseguir satisfacer sus necesidades.
Las propuestas populistas de los seguros de desempleo solo buscan obtener mayor cantidad de votos y no beneficia a los más pobres sino a los empresarios. El Estado no puede ser alcahuete de los desempleados, por el contrario, las personas necesitan empleos dignos de seres humanos con prestaciones sociales, superior a dos salarios mínimos, con jornadas de trabajo no mayor a siete u ocho horas diarias, en fin, con calidad de vida.
También es importante brindar subsidios para alimentación, transporte, vivienda, educación, recreación, etc. mediante las cajas de compensación familiar. Considero que si se desea ofrecer la educación y la salud como un derecho debería ser gratis por lo menos en las instituciones públicas como lo es en muchos países europeos.
Por lo general, el pueblo (la base de la pirámide social) es quien paga los platos rotos y no los empresarios y terratenientes. En algunos países la educación que ofrecen es para “idiotas” y el trabajo es para “esclavos”.
Pienso que la economía misma puede mejorar si a los que están en la base de la pirámide se le brinda mayores posibilidades de acceder a sus derechos y recibir un salario justo pues quien gana mayor cantidad de dinero (educado también para usarlo de manera adecuada) es de suponer que gastará ese dinero haciendo crecer (y mover) la economía de un país.
La guerra y la corrupción están deteriorando cada vez más la economía de muchos países y nos hace caer en un círculo vicioso en el que siempre nos obliga a seguir en guerra, en la pobreza, en el atraso, etc. No sé que pasa pero desde hace ocho años la corrupción ha empeorado con el gobierno actual que es de derecha, conservador, pin-ochista y uribista. Como cantaba Shakira: “¿Dónde están los ladrones?”
Además se necesita para los países latinoamericanos una reforma agraria que permita suplir la demanda de alimentos del mundo. Podemos aprender de países como Nueva Zelanda, Australia y Suecia en este sentido y de las comunidades agrícolas judías (los quibutz), rechazando el monocultivo y creando granjas ecológicas y autosostenibles. La crianza de conejos brinda fertilizante para los cultivos y la apicultura unida a la floricultura nos da la posibilidad de sacar buen provecho del campo al igual que la piscicultura. El ganado bovino, porcino y caprino ayuda a desertizar los suelos y solicitan mayores cuidados y gastos que los peces, aves y conejos.
El gastado discurso de la seguridad democrática de manera indirecta le hace pensar a los ciudadanos que no están seguros y que necesitan tomar las armas (o conseguir quien tome las armas por ellos) para poder defenderse de una realidad circundante que es (supuestamente) insegura y por ello surgen grupos paramilitares, milicias, empresas de seguridad privada, etc. Es impresionante que en algunos países por donde quiera que uno vaya encuentra vigilantes, policías y militares (dizque trabajando) y en cambio observa mucha gente desempleada o en la miseria.
A pesar de tanta gente armada muy frecuentemente la gente observa delincuentes cometiendo algún delito cerca de la fuerza pública y ellos ni se inmutan por lo sucedido y se contentan con decirle a las personas que pongan un denuncio.
La fuerza pública de Colombia está conformada tan solo por 400.000 personas y los grupos ilegales no son tantos tampoco pero en cambio la cantidad de personas pobres son casi la mitad de los colombianos y el desempleo y el subempleo aumentan cada vez más. Por otro lado, para nadie es un secreto que las leyes que rigen la educación, la salud y el trabajo son de Uribe y de sus secuaces y que con ellas tienen jodido al país. Muchos no tienen un trabajo estable, muchos no tienen un salario fijo o un contrato que les proporcione todas las prestaciones sociales, el 40 por ciento de los colombianos ganan menos de un salario mínimo legal y los gobiernos locales y las empresas abusan del contrato por prestación de servicios para evitarse “problemas” y despedir a la gente cuando se les venga en gana. El gobierno parece que está del lado de los ricos, empresarios y terratenientes y no de los pobres, los empleados y los obreros o agricultores.
También "el filántropo" (supuestamente humanista) Sarmiento Angulo paga las campañas de los políticos oligarcas (las familias de los más ricos y de apellido de rancio abolengo)
Considero que ha llegado el momento de cambiar las armas por elementos de estudio o de trabajo. Es increíble que un país como el nuestro dedique más presupuesto a sostener su “maquinaria bélica” que Estados Unidos y otros países y para muchos no es un secreto que algunas personas han convertido la guerra en un negocio que solo hace ricos a unos pocos a cambio de la vida y la sangre de muchos.
No conozco mucho sobre las guerrillas y grupos ilegales pero a veces me pregunto que tal vez existan para defender al mismo pueblo que es perseguido, torturado y asesinado por Estados que acaban con su propio pueblo. O por lo menos por esa razón surgieron y se han corrompido en la actualidad al volverse unas guerrillas narcotraficantes, extorsionistas, asesinas y secuestradoras. Admiro profundamente a Ernesto Guevara y a Gandhi por su inconformidad con el estado de las cosas pero estoy más de acuerdo con Gandhi en que para lograr la paz es mejor la filosofía de la no-violencia, de la desobediencia civil, etc.
Creo que no solo es importante lo qué se quiere hacer sino la manera cómo se quiere conseguir porque Maquiavelo estaba totalmente equivocado cuando afirmaba que el fin justifica los medios. Desgraciadamente las ideas Maquiavélicas son las más usadas actualmente por los políticos y los militares de todo el mundo sobretodo después del 11 de septiembre de 2001.
Hoy en día las ideas y el conocimiento (el entretenimiento no se queda atrás) mueven el mundo, lo malo es que los delincuentes de cuello blanco hacen suyas las ideas de los ciudadanos de bien y de los intelectuales.
Alguna vez me gustaría preguntarles a los violentos si es que les produce satisfacción o placer ver a su pueblo y a sus hermanos bañados en la sangre que ellos hacen derramar.
Los horarios de trabajo de muchos empleados les impide tener el adecuado reposo para su mente y cuerpo y el compartir suficiente tiempo con sus familias (sobre todo con sus hijos, lo cual es un problema grave para la educación de los hijos). Por eso en la mayoría de los países desarrollados las personas trabajan solo 6 o 7 horas diarias.
Es perverso el fanatismo de algunas personas al convertir la política en religión o la religión en política con fanatismo que lleva a la autodestrucción y a una mentalidad cerrada en la que otros tipos de pensamiento o de actuaciones no tienen lugar y por ello quieren desaparecer del mapa a las personas que difieren de nuestros puntos de vista. No debemos considerar a ningún político un Mesías postmoderno que nos salvará de todas los males. Si todos juntos no nos unimos y trabajamos con honestidad no podremos conseguir que nuestro país mejore.
La justicia cojea porque a los asesinos paracos o guerrilleros les dan casa, carro y beca y no pagan con cárcel sus delitos pero en cambio otras personas que han cometido delitos excarcelables los tienen pudriéndose en las cárceles. Y a las víctimas les tarda un millar de años la reparación. Es preciso que el gobierno tome partido y se ponga del lado de las víctimas y no de los victimarios.
Por más que Uribe lo niegue está relacionado con los paramilitares él y muchos miembros de su familia y él creó las Convivir cuando era gobernador de Antioquia. Uribe tiene una doble moral peor que la de los curas pederastas. Además sus hijos han aprovechado su posición política y social para obtener muchos favores como los de la zona franca. Y varios medios de comunicación están comprados por el uribismo como El Tiempo, NTN 24, la Revista Semana y RCN. También se sabe que si Uribe no hubiera ayudado a Pablo Escobar cuando ocupaba un cargo importante en la Aeronáutica Civil a ese narcotraficante le hubiera tocado pasar la droga nadando a los Estados Unidos.
Colombia y en especial Medellín son los lugares de la eterna primavera. Pues bien, siendo así no tenemos una ciudad llena de jardines ni de flores. Que bueno sería cambiar las espadas por arados y las armas por jardines. Sería maravilloso si en nuestro país tuviera más jardineros que desempleados y que actores del conflicto armado.

La política de algunos países es fascista y también existe mucho fanatismo político y religioso en cristianos, judíos y musulmanes.
Hasta que no superemos las diferencias y aprendamos el "sencillo arte de vivir como hermanos" (Martin Luther King), no podremos alcanzar la paz.
"Los que buscan una república libre, democrática, fraterna, igualitaria y equitativa no se preocupan por la seguridad (armada) sino por la seguridad social (el trabajo y la salud) y por una educación emancipadora que nos libere de la esclavitud de la ignorancia, la pobreza, la trata de personas y el hambre". Andrés Felipe Mesa Echeverri.
Canción: "Ultraderecha" del grupo "Los prisionereos".
Trata sobre la problemática de los gobiernos de derecha, la globalización, la contaminación y el libre mercado.
Canción: "El príncipe valiente" del dúo "Amistades peligrosas". Trata sobre la opresión y la guerra.
Los "pecados" de Yeshua (Jesús) y Gandhi

Por: Andrés Felipe Mesa Echeverri
Los principales pecados de Yeshua y de Gandhi son el ayuno, la “supuesta” castidad y el descuido de la familia. También tenían demasiada confianza en la naturaleza humana (que es falible y que si se nos pide amor y paz nos queda grande y lo mejor que podemos hacer es respetar y no joder).
A pesar de que Gandhi y Yeshua fueron seres humanos muy compasivos, educados y cultos, poseían un desconocimiento de la naturaleza humana y su evolución natural.
María Magdalena no fue una prostituta sino una mujer rica que colaboraba activamente con la misión de Yeshua, con dinero y apostolado. Probablemente era la esposa legítima de Yeshua, por lo que se ha descubierto en las Actas de Felipe y porque Yeshua, al ser un maestro o Rabí, debía estar casado. Ese evangelio apócrifo decía que la “compañera” de Yeshua era María Magdalena y que solía besarla.
No se debe satanizar la sexualidad humana, ya que es muy compleja y diversa. Y es natural porque somos seres sexuados y sexuales. Yeshua y Gandhi querían que las personas fueran castas y monógamas. Pero cada persona es un universo distinto y tiene derecho a tener una sexualidad y una genitalidad libre y responsable.
Los problemas con la orientación sexual, el sexo y el género pueden derivar en problemas de salud mental y hasta en el suicidio.
Una cosa muy acertada de estos dos líderes y reformistas espirituales y religiosos es que hicieron su “obra” con las personas de la base de la pirámide. La política y la economía está hecha de arriba hacia abajo, en el mundo, pues la hacen los ricos y letrados y debe ser, al contrario, desde los más humildes y necesitados.
Una característica muy importante de Yeshua y Gandhi es que todo su quehacer empezaba con una pedagogía sencilla y popular sin ser populista.
Cito Hechos 4,32.34 de la Biblia de Jerusalén:
[32]La multitud de los creyentes no tenía sino un solo corazón y una sola alma. Nadie llamaba suyos a sus bienes, sino que todo era en común entre ellos.
[34]No había entre ellos ningún necesitado, porque todos los que poseían campos o casas los vendían, traían el importe de la venta,
Vemos aquí los orígenes del comunismo y del socialismo por eso dicen algunos autores si Yeshua era comunista o si Marx no era judío sino cristiano. Yo no soy marxista ni comunista, pero admiro el socialismo de los países nórdicos y la socialdemocracia.
Las cosas solo tienen el valor que le das.
“Antes la ley decía, pero yo os digo...”. Los evangelios ponen a Yeshua como alguien que mejora la ley hebrea no que como alguien que quiere abolirla.
Yeshua no pretendía crear una nueva religión sino reformarla y él y Gandhi no eran elitistas.
“No he nacido para compartir odio, sino amor”. Antígona de Sófocles. Sófocles nos muestra en esa frase un camino de amor como el que recorrieron Gandhi y Yeshua y como el camino que invitaron a caminar a los demás.
“Por amor existimos y para amar vivimos, una vida sin amor no es vida”. Mahatma Gandhi
El dios hebreo y cristiano de ambos testamentos que no es justo ni amoroso sino justiciero, vengativo, furibundo y no está lejos de las pasiones humanas como los dioses de otras mitologías (pues manda plagas a Egipto, hace guerra contra otras naciones y como si fuera poco requiere el sacrificio y una muerte lenta y horrenda de su propio hijo que le es obediente en todo y que le súplica con oraciones humildes que le quite ese cáliz amargo del sufrimiento y que no lo abandone en su agonía).
Marco Aurelio decía que los cristianos (los locos de la cruz) obraban muy mal al llegar hasta el sacrificio por una simple idea de verdad y de justicia.
Ambos, Yeshua y Gandhi, tenían una compasión excesiva por los demás sin tener un adecuado amor propio. Y el mismo Yeshua decía que su mensaje era amar a Dios y al prójimo como a sí mismo. Porque la medida del amor empieza con un sano amor propio y a sus semejantes pues el que no se ama a sí mismo no puede amar sanamente a los demás.
“Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios a quien no ha visto”. 1 Juan 4:20
Hay muchas personas que dicen que son creyentes y practicantes del cristianismo, pero no asumen la frase anterior en su vida y desprecian y maltratan a los demás o a los más vulnerables.
Las religiones por lo general predican el desprecio del cuerpo y de lo material como el maniqueísmo.
Yeshua fue juzgado por blasfemia y por sedición, lo que lo llevo al martirio de la cruz.
El evangelio de Cristo y la vida y obra de Gandhi muestra claramente una opción por los oprimidos y los menos favorecidos.
Cuando alguien se centra en sí mismo y no en el servicio a los demás, no evoluciona.
Se necesita en el mundo equidad para todos y equidad de género, no igualdad porque equidad es dar a todos lo mismo, pero equidad es dar a cada quien lo que necesita o lo que es justo.
El camino para hacer las cosas pacíficamente y de manera civilizada es más lento, pero, tiene mejores frutos. El fin no justifica los medios.
El lema de la fuerza pública es para esclavizar, reprimir y castigar. El sistema está basado en el conductismo y no toman en cuenta otras corrientes psicológicas como el humanismo o la Gestalt, el estructuralismo, el psicoanálisis y la psicodinámica, el cognitivismo, entre otros.
Tampoco se tiene en cuenta en psicología o en derecho la etología o el estudio del comportamiento animal porque no se reconoce la teoría de la evolución ni que el ser humano es un primate “desnudo” (“El mono desnudo” de Desmond Morris), pues no tiene casi pelaje y se ha ido desadaptando a la vida salvaje por la civilización y se ha adaptado a los pueblos y a las urbes.
Con hambre ni los principios ni las leyes se respetan. Esta afirmación nos explica porque en pleno siglo XXI todavía hay derramamientos de sangre y violencia. Porque muchas veces no están satisfechas las necesidades básicas de los seres humanos en el mundo y son vulnerados los derechos fundamentales.
La verdadera enfermedad es el odio y la intolerancia.
La corrupción más grande es el olvido.
Evoluciona y adáptate a las diferencias y a la sociedad.
Piensa bien antes de hablar, puedes herir al otro. Y reparar o sanar la herida puede ser más difícil o inclusive imposible.
Entre más acaparas poder o dinero, menor puede ser tu solidaridad con quienes la necesitan.
El fuego no se apaga con fuego.
La paciencia no es la capacidad de esperar, sino la habilidad de mantener una buena actitud mientras esperas. Algunas cosas sólo necesitan tiempo.
No quiero ser como los demás, quiero ser yo en mi mejor versión.
Nada cambia, si nada cambia.
“La gente dice que caminar sobre el agua es un milagro. Pero para mí, el caminar en paz sobre la tierra es el verdadero milagro”. Thich Nhat Hann.
RESEÑA CRÍTICA DEL LIBRO "LA LUZ" DE ANA MARÍA CETTO

Por: Luis Fernando Gil Monsalve. Historiador de la Universidad de Antioquia.
El mayor temor que se tiene en la infancia es el de la ausencia de la luz, no de la oscuridad, pues esta última, como tal, no existe. Prueba de ello es que sabemos de la existencia de fotones, no de antifotones, y por ello podemos estar seguros de que si salimos en un día luminoso y espléndido –de esos en que nos sentimos uno con todo–, y abrimos un paraguas que nos tape la luz, nuestro rostro se oscurecerá levemente, pero al contrario, si abrimos a media noche el mismo paraguas con la idea de tapar la oscuridad, por más que lo intentemos, no lograremos iluminar nuestro rostro.
¿A quién no se le pone la piel de gallina cuando camina en las noches sin luz? Sintiendo que los pies se van uniendo con todo, y que la música emprendida por los grillos y otros insectos nocturnos, se va convirtiendo en la orquesta filarmónica más perfecta. Darse cuenta de que las estrellas tan espléndidas y hermosas que ve, quizá ya llegaron a su fin hace miles de años, y esa luz apenas llega a nuestros ojos y nos hace soñar. Regresar a esos días tan oscuros, donde escondidos en las cavernas, quizá esperando que llegase el día para reanudar la vida, o temiendo a las sombras; nos sentíamos indefensos y abandonados. En el día temíamos la llegada de la noche y sentíamos con más fuerza ese terror hacia lo desconocido. ¡Qué ironía! Saber que en la penumbra y más aún en el día, somos lámparas incandescentes de infrarrojos, y por motivos ajenos, no percibimos esa magnificencia, de la cual se habla en varios capítulos del libro “La luz” de Ana María Cetto, con mayor hincapié en el capítulo V.
La tradición popular –con gran certeza– afirma: lo que bien comienza, bien termina. Y veo que realmente este dicho se puede afirmar al libro de Ana María Cetto, ya que no podría haber escogido mejor fragmento para darle un toque mágico a su libro, que las palabras de Wenceslao Barquera en su Introducción. Y realmente, puedo afirmar que las partes que más me hicieron adentrarme en el mundo de lo ficticio, fueron el primer capítulo y los dos últimos (así que veo que tenemos que inventar un nuevo refrán que hable de los intermedios de los libros); de los cuales pienso hacer hincapié en los próximos párrafos, pero solo a grandes rasgos.
Reiteradamente en el libro, se plantea una verdad absoluta, la cual dice que sin luz no existiría lo que conocemos como el mundo. Y realmente estoy seguro de ello, porque sé a ciencia cierta que lo que existe no es como lo vemos, y eso me preocupa, hasta llevarme a proponer hipótesis alejadas del sentido común. No obstante, cuando uno se adentro mucho más en el libro, se da cuenta con total certeza que hay un lenguaje tan claro que lleva la matemática, la física y la experimentación paralelas con nuestra concepción del mundo. Concepción que está en proceso de perfeccionamiento y en contínua modificación. Por ejemplo, del libro pude reafirmar y deducir una idea que tenía; que nosotros por más que tratemos no podemos ver la “verdadera cara” de las cosas, es decir, que yo jamás he visto el rostro del ser más amado –el de mi madre–; sino que lo que veo no es más que el rebote de la luz a mis ojos, los cuales por medio de las células de la retina – los conos y bastones– convierten a mi madre en cargas eléctricas o sea en iones de sodio, potasio y cloro, que en las zonas de la visión del cerebro forman mapas de cargas de formas intrincadas, me crean una codificación de algo ignoto que llamo mi madre. Esa faceta de la luz visible, comprendida entre los colores que puedo ver y los que son invisibles a mis sensaciones oculares, me asusta.
Uno de tantos científicos, a los que la luz les llamó la atención –para ponerle todo su empeño y dedicación–; y hallar por ende, una explicación a sus interrogantes, fue el célebre matemático, físico y astrónomo Isaac Newton, quien siendo un fervoroso cristiano tuvo una gran inspiración para sus trabajos sobre la luz. ¿Se preguntarán ustedes cómo conciliar la ciencia y la religión? Más aún, la física de la luz y la religiosidad… Pues bien, simple y llanamente por una de las tantas frases que dijo Jesucristo, quien tan solo estuvo únicamente tres años predicando en la Tierra, y hoy, casi dos mil años después, seguimos discutiendo sus conceptos y visiones de la realidad. Dice la Historia que a Newton le pareció el misterio del siglo que Jesús dijera en la Biblia lo siguiente: “Yo soy la luz del mundo. El que me sigue, de ninguna manera andará en oscuridad”, Juan 8:12. Se dice que Newton le intrigó tanto que Jesús dijera que Él era la luz, que quiso saber –con ese deseo profundo, diáfano y claro de hallar la verdad–, qué había querido decir Él, y aprovechando una epidemia de peste bubónica que lo tenía a sus 19 años encerrado por allá en una parcela, comenzó su investigación –me lo imagino como extasiado pensando en Dios y tratando de hallarlo–.
Realmente la historia de cómo nuestros antepasados buscaban la esencia misma de la luz, me apasiona, y de tan sólo uno imaginarse a esos sabios tan dedicados jugando con algo tan misterioso e ineluctable, creo verlos “iluminados” o llevados por algo más fuerte que la propia conciencia. Me refiero a que jugaban, debido a que sus experimentos parecen algo fantástico para su época, pues imaginarse a Galileo Galilei, tratando de medir la velocidad de la luz entre dos montañas distantes 8 kilómetros una de la otra, es atreverse a más, a ir más allá de lo que la simple lógica y el pensamiento legado por los antepasados nos deja, es estar “sobre los hombros de gigantes”, como lo dijo Newton.
La simple pregunta: ¿qué es la luz?; nos lleva a dar el primer paso que necesitamos para emprender una búsqueda intensa y contínua de la verdad, de lo que decía Cristo, que hoy, casi 4 siglos después de decirlo Newton, me sigue interrogando, ¿qué habrá querido decir el Gran Maestro al referirse a ser la luz?
Parece tonto tratar de agradecer a algo inerte y “muerto” el hecho de estar vivos. Cómo no agradecerle a la luz, el placer de quedarse estático por unos segundos observando la majestuosidad del vuelo de un colibrí, o el brillo de una mariposa que da visos dorados o plateados. Cuando me doy cuenta de que gracias a ella, las plantas “respiran” y tenemos las proporciones perfectas para vivir, me sumerjo en un mundo que se me antoja un mundo de hadas, o de Alicia en el País de las Maravillas. A ella le debo todo, pero más allá de ella debe haber alguien. Cómo no percibir su existencia, si la atmósfera tiene el grosor perfecto para que pasen las luces del sol –que ni tanto que queme al santo ni tan poco que no lo alumbre–; y de esta forma no nos tocan los rayos ultravioletas dañinos para nuestra piel. Además, son pocos los rayos X, y los Gamma que tocan la Tierra.
Los fenómenos físicos no son ajenos a nosotros. Y la luz no es la excepción. ¿Cómo puede ser algo “corpúsculo” y a la vez onda? Sería como decir que yo soy cuerpo y también alma. ¡Absolutamente no! ¿Cómo podría yo ser algo que tarde o temprano va a destruirse, que la más mínima partícula puede acabar con mi cuerpo? ¡Hay algo erróneo en la interpretación del mundo que nos dejaron los antiguos filósofos! Y quizá sea gracias a los sentidos (especialmente al de la visión); los cuales parecen engañarnos y jugar con luces, es decir, hacer ilusiones.
Viéndolo bien, al igual que la luz, la concepción del cuerpo y del alma es difícil de comprender. La idea de que somos alma es como una piadosa creencia para cuando nos muramos, porque todo el tiempo estamos convencidos de ser cuerpo. Lo cuidamos, lo vestimos, lo alimentamos, etc. Y nuestra sociedad adora los cuerpos: los exhibe vestidos, semivestidos y desnudos. Yo no soy cuerpo, yo soy un alma, pero utilizo un cuerpo. Igualmente, al comportarse la luz como partícula, tiene ciertas características distintas como cuando se comporta como onda, pero cada una de esas facetas es ella misma. ¡Tan distintas las facetas como el anverso y el revés y así de inseparables, totalmente indisolubles! Es tanto, que me llama mucho la atención la frase escrita en el libro reseñado: “Todos sabemos qué es la luz, pero no es fácil decir lo que es” (La vida de Samuel Johnson, J. Boswell, 1791)
Newton estuvo totalmente seguro de que con los experimentos que diseñó podría deducirse la naturaleza corpuscular de la luz. ¡Y no es para menos! Sus experimentos los realizó incontables veces, y siempre se afirmaba lo mismo. Por otro lado, científicos de su época como Huygens afirmaban que la luz era una onda, pero Newton nunca realizó los experimentos que lo hubieran hecho descubrir el lado ondulatorio de la luz.
Aún hoy día, existen personas que creen que lo que no se puede ver, no existe, como si la luz fuera el único vínculo de la mente humana con la realidad cósmica. Entonces estarían negando la existencia de las ondas de radio, las ondas de los celulares, las ondas de televisión, y otros tantos fenómenos invisibles a nuestros sentidos, pero tan presentes como el aliento de vida. Realmente es el espíritu el que ve, cuando interpreta los datos sensoriales.
Para terminar, la lectura del libro “La Luz” de Ana María Cetto, fue una experiencia intelectual emocionante, independientemente de mi deseo de participar en el concurso “Leamos la Ciencia para Todos”. Su forma de explicar la metodología y los resultados de la ciencia, es apasionante, muy clara, y hasta donde comprendo como egresado del 11º grado, muy exacta, porque no pude hallar en las palabras de la autora ninguna contradicción con mis conocimientos básicos de física y sí muchas cosas que hicieron claridad sobre lo que como estudiante de secundaria no había profundizado. Aunque no ganara el concurso habría ganado algo mejor: Conocimiento.